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El 8M: Más que un día, una lucha por la igualdad

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El 8 de marzo, conocido como el Día Internacional de la Mujer, no es una fecha de celebración, sino un llamado a la reflexión y la acción. Es un día para reconocer la lucha histórica de las mujeres por sus derechos y para cuestionarnos cómo seguimos perpetuando la desigualdad y la violencia de género en la sociedad. Esta lucha no es exclusiva de algunas mujeres, sino de todas, incluidas las mujeres trans, quienes enfrentan múltiples formas de discriminación y violencia.

Origen del 8M: Un legado de resistencia

El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en el movimiento obrero del siglo XX. En 1908, miles de mujeres marcharon en Nueva York exigiendo mejores condiciones laborales y derechos básicos como el voto. En 1911, la tragedia del incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, donde murieron 146 trabajadoras por las condiciones inhumanas, marcó un hito en la lucha feminista. Desde entonces, el 8M es una jornada de protesta y reivindicación de derechos.

Línea de tiempo: Hitos en la lucha por los derechos de las mujeres
  • 1848 – 1851: La Convención de Seneca Falls marca el inicio del movimiento feminista, con Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott exigiendo derechos para las mujeres. Sojourner Truth pronuncia su discurso “¿Acaso no soy una mujer?”, destacando la discriminación de género y racial.
  • 1893 – 1911: Nueva Zelanda se convierte en el primer país en otorgar el derecho al voto a las mujeres. Se celebra el primer Día Internacional de la Mujer con multitudinarias marchas en Europa exigiendo derechos políticos y laborales.
  • 1929 – 1945: Mujeres nigerianas protestan contra el dominio colonial, y las lavanderas irlandesas logran mejores condiciones laborales. La ONU es fundada con delegadas que abogan por la igualdad de género.
  • 1946 – 1948: Se crea la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU y se adopta la Declaración Universal de Derechos Humanos, afirmando derechos fundamentales para todas las personas.
  • 1960 – 1975: Las hermanas Mirabal lideran la resistencia contra la dictadura en República Dominicana. Se celebra la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer en México, fortaleciendo los movimientos feministas y el reconocimiento del trabajo doméstico.
  • 1979 – 1991: La ONU adopta la Convención sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW). Se establece el 25 de noviembre como Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y nace la campaña global de los 16 Días de Activismo.
  • 1994 – 2003: Se reconoce el derecho a la salud sexual y reproductiva. La Plataforma de Acción de Beijing traza un plan para la igualdad de género y la ONU aprueba la Resolución 1325, que protege a las mujeres en conflictos armados.
  • 2010 – 2017: Se crea ONU Mujeres y el movimiento #MeToo visibiliza la magnitud del acoso y abuso sexual, generando conciencia y cambios sociales.
  • 2022 – 2025: Las mujeres continúan conquistando espacios y ejerciendo sus derechos en la sociedad mediante el empoderamiento y la lucha por la equidad.
Cuestionar para transformar

La desigualdad de género no es solo un problema de las mujeres; es una cuestión social que involucra a todas las personas. Algunas prácticas normalizadas en la sociedad perpetúan la violencia y la discriminación:

  • El machismo no distingue orientación ni identidad. Tanto hombres como mujeres pueden reproducir actitudes machistas que perpetúan la desigualdad, y la comunidad LGBTQ+ también debe cuestionarse sus propias conductas.

  • El consentimiento no se compra. La prostitución y la pornografía no empoderan a la mujer, sino que muchas veces perpetúan la explotación y la violencia.

  • Las relaciones desiguales de poder existen. Un adulto con experiencia y estabilidad que se involucra con una persona mucho más joven no solo ejerce influencia, sino que puede incurrir en grooming.

  • Ser madre no es una obligación ni una vocación innata. La maternidad debe ser una elección libre, no una imposición social.

  • El feminismo es interseccional. No todas las mujeres viven la opresión de la misma manera; el racismo, la pobreza, la discapacidad y la identidad de género afectan la experiencia de cada una.

  • La violencia de género no se justifica en ningún contexto. El acoso y la agresión no tienen excusa ni género; cualquier persona puede ser víctima o agresora.

  • Las mujeres trans son mujeres. No hay un solo modelo de mujer; la identidad de género no depende de la biología, y la lucha feminista debe incluir a todas.

  • Ser una mujer trans no debería significar vivir con miedo. Las mujeres trans enfrentan hasta 34 veces más probabilidades de sufrir violencia que otras mujeres, lo que evidencia la urgencia de su inclusión y protección dentro del feminismo.

El 8M no es una celebración, es una revolución

El feminismo no busca enfrentamientos entre géneros, sino la erradicación de un sistema que oprime a las mujeres y perpetúa la violencia. Mientras persistan las brechas salariales, la violencia doméstica, los feminicidios y la explotación, el 8M seguirá siendo un día de lucha. Y en esta lucha, las mujeres trans también son protagonistas.

Este 8 de marzo, más allá de dar “felicidades” a las mujeres, escúchalas, infórmate y únete a la transformación. Cuestionemos nuestros privilegios y construyamos una sociedad donde la equidad de género no sea un sueño, sino una realidad para todas.

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