Una larga caravana arcoíris recorrió este domingo las avenidas de Santo Domingo para reivindicar la igualdad de derechos de la comunidad LGTB en la República Dominicana, un país conservador en el que no se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En un país donde se usa el carro para los desplazamientos más nimios, la parada del orgullo se concibió como un gran desfile automovilístico que recorrió la capital dominicana a paso lento y en un tono festivo.
El desfile, en el que participaron decenas de automóviles, varios autobuses y camionetas, estaba encabezado por una pancarta en la que se leía “Yo también soy dominicano”, un mensaje con el que los organizadores querían demandar igualdad de derechos y en el trato para el colectivo de gais, lesbianas y transexuales.
Los manifestantes, muchos de ellos encaramados al techo de sus vehículos, hicieron sonar bocinas, cornetas y música a todo volumen para hacer oír sus demandas.
La larga hilera de automóviles, camiones y autobuses decorados con la bandera multicolor partió del barrio colonial, cerca del puerto, donde los organizadores hicieron proclamas, antes de emprender la marcha para recorrer buena parte de Santo Domingo.
Una transexual, identificada como Niurka y oriunda de La Romana (este), dijo a Efe que en la República Dominicana hay más homofobia que en otros países latinoamericanos.
“En diferentes países se puede desfilar desnudo, de cualquier forma, aquí hay más homofobia. En La Romana no se puede desfilar porque hay demasiada homofobia, por eso nos reunimos todos en Santo Domingo”, explicó.
Otra transexual, llamada Labori, lanzó un mensaje a los dominicanos para explicar que las personas que se travisten o cambian de sexo no son “payasos”.
“Soy una mujer trans y quiero que nos apoyen. Nosotros no somos payasos, somos gente igual que toda la gente, y quizá mejores porque nosotras todas tenemos un futuro por delante. Todas sabemos hacer algo en nuestro mundo”, sostuvo.
Una de las organizadoras, Mina Harper Losada, directora ejecutiva de la ONG Clínica de Familia en La Romana, dijo a Efe que en los últimos años se ha visto una “apertura” hacia el colectivo LGTB en la República Dominicana, a pesar de que no se permiten los matrimonios entre personas del mismo sexo.
“La idea es abrir un poco la mente de las personas, porque necesitamos la aceptación de estas poblaciones, sea lo que sea su orientación sexual, sea lo que sea su género y su sexo, todos somos humanos y tenemos derechos humanos”, comentó.