Leonardo Sánchez es uno de los rostros más emblemáticos de la lucha por los derechos de la población LGBTIQ en la República Dominicana y una ficha clave en el establecimiento de la Caravana del Orgullo Gay en el país. Salió del closet cuando apenas contaba con 16 años de edad. Ante la pregunta de sus padres respondió que era gay y les dijo que no se ocultaría de nadie. Así lo cumplió, convirtiéndose en un destacado líder de la lucha por los derechos de la diversidad de género y de la prevención del VIH.
Desde muy joven hizo del trabajo social su norte. Al observar que personas de su entorno estaban muriendo por falta de información acerca de cómo prevenir el VIH, virus que causa el Sida, y por la discriminación asociada a la enfermedad. Transcurría el año 1998 cuando junto a un grupo de amigos formó la red de autoayuda y apoyo a personas gay en el país, que denominaron Amigos Siempre Amigos (ASA), con la misión de ayudar a sus amigos rechazados en los hospitales a conseguir lugares donde morir con dignidad y ser enterrados cristianamente.
Pronto distribuían preservativos a nivel nacional a través de la primera Red de Educadores Pares de Hombres Gay que crearon con el proyecto “Triunfadores”. Pero el año 1994 marcaría dos importantes desafíos: Leonardo asume la dirección ejecutiva de ASA, debido a la muerte del anterior directivo,y llega un nuevo paradigma que indicaba que no bastaba la entrega de condones. Era necesario trabajar factores estructurales como autoestima y empoderamiento para que las personas se protegieran del VIH.
Producto de esos desafíos, dos años más tarde inician el proyecto “Stop AIDS” (Alto al SIDA), como parte del cual, conforman en el 2005, la Red del Voluntariado de ASA (REVASA), con el objetivo de promover el empoderamiento para ejercicio de los derechos humanos y la responsable en la sexualidad, así como una postura activa frente a la homofobia y la discriminación, trascendiendo el propósito de ASA orientado a la salud. El proyecto contribuyó a la disminución del VIH en la población gay.
“La comunidad gay vivíamos en el clandestinismo, en la trinchera de la discoteca, de la subcultura y la cultura underground, pero el activismo a favor de la prevención y atención del VIH nos sacó de ahí y nos conectó a nivel internacional con un mundo que no conocíamos, nos ayudó a descubrir que teníamos derechos que defender”, subraya Leonardo.
Zoom: LGBTIQ está formado por las siglas de las palabras lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti e intersexual.
“La Caravana Gay que actualmente llamamos Caravana del Orgullo LGBTIQ,se origina en la demanda del Voluntariado de ASA para que nos orientáramos a realizar acciones de Lobby político y de promoción de los derechos, con mayor contundencia, y en la determinación de un grupo de activistas e instituciones que nos organizamos con esos fines, refiere”.
Acorde a datos del Dimensionamiento de las Poblaciones Clave, se estima que para el año 2014, en la República Dominicana había un total de 131,997 hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y 9,428 personas transgéneros.
La directora del Programa de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA), Bethania Betances, explica que los estudios de vigilancia de comportamiento con vinculación serológica realizadas por el Consejo Nacional de VIH y Sida (CONAVIHSIDA), indican que la prevalencia de VIH en hombres que tienen sexo con hombres, ha disminuido significativamente, pasando de 6.1 por ciento en el año 2008 a 5.2 por ciento en 2012, mientras que en 2017 pasó a 4.5 por ciento.
Sánchez reconoce que los logros han fruto del esfuerzo de personas e instituciones aliadas, como el apoyo brindado por el Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN),el Fondo Mundial de Lucha contra el VIH, la Malaria y la Tuberculosis,así como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con cuya ayuda establecieron el modelo de prevención de VIH en población gay en tanto que ONUSIDA les sentó en espacios de toma de decisiones y en el reconocimiento a nivel nacional e internacional.
“Ese reconocimiento nos catapultó para recibir en Tailandia el premio a uno de los 10 mejores modelos de prevención de VIH para hombres gay en Latinoamérica y el Caribe, en 1998, el cual fue integrado por Cuba en su respuesta al VIH. ONUSIDA nos ha ofrecido asistencia técnica y un vital acompañamiento con la Caravana del Orgullo LGBTIQ y el Festival Internacional de Cine”, expresa.
Para Leonardo, un psicólogo clínico y publicista con una relación de pareja de más 20 años, con quien comparte una historia de amor y de lucha, dedicarse a impulsar los derechos humanos, incluyendo el derecho a la salud y la prevención del VIH en la población LGBTIQ, le ha ayudado más que en lo económico en lo humano y enseñado la perseverancia y firmeza en sus sueños, a trabajar con honestidad, y a compartir el liderazgo.
“Me satisface la existencia de la Coalición de LGBTIQ, con 21 instituciones que trabajan en sus nichos dentro de las identidades género, dirigidos por líderes que se formaron aquí. ASA es la plataforma que ha dado equilibrio a mí vida de pareja y personal. Me he convertido en un ícono y en un referente que muchas personas citan”, subraya.
La Caravana del Orgullo LGBTIQ entre obstáculos y triunfos
La Caravana del Orgullo surgió como estrategia para impulsar los derechos LGBTIQ,para visibilizarse y acercarse a las personas deforma original, en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBT que se celebra los 28 de junio de cada año. “En el país se hacen caravanas en el proselitismo político y en la pelota y nosotros, como buenos dominicanos, decidimos hacer nuestra caravana, siendo el único país de la región latinoamericana donde se hacen recorridos en vehículos. Los demás países realizan desfiles alegóricos”, expone Leonardo Sánchez.
La Caravana ha marcado un antes y un después significativo en términos de ruptura de paradigmas conservadores y de aceptación social, desde la primera actividad realizada de manera espontánea en el año 2000, a la que solo asistieron 6 personas que caminaron junto a Leonardo por la calle El Conde con banderas del arcoíris, que simboliza la diversidad de géneros.
Para ser visibilizada, la población LGBTIQ aprovechó escenarios como la Feria del Libro de 2001, dedicada a la no discriminación, pese a lo cual prohibieron celebraciones religiosas no católica y LGBT. Ante la presión, colocaron una caseta para grupos minoritarios, pero el color rosado de la misma generó controversia. La prensa publicó “La caseta rosada de la Feria del Libro”, en alusión a que era homosexual.
“Militares con armas largas nos obligaron a recoger los materiales; cerraron la caseta y nos escoltaron hasta las afueras de la Feria, a punta de ametralladora. La cobertura mediática influyó en la reapertura de la misma y humilditos volvimos. La caseta se convirtió en el centro de atención de la Feria y la gente la iba a ver por curiosidad y morbo. De esa experiencia surgió el primer colectivo gay y lésbico dominicano (GAYLESDOM) que dio pie a la realización de una gran concentración en la Avenida del Puerto”, recuerda.
Luego realizaron una concentración en el bar “Fritos Verdes” del Bulevar de la 27 de Febrero, enviaron contingentes militares y clausurando el bar, aduciendo el lugar el Bulevar es para la familia. Una noche de Junio de 2006, el colectivo de activistas con banderas dominicanas y del arcoíris en manos, recorrió en vehículos la Zona Colonial, sentando las bases de la primera Caravana del Orgullo GLBTIQ, pero fue en 2010, amparados en el artículo 33 de la constitución dominicana, que lograron el primer permiso otorgado por la Policía Nacional marchar.
Desde entonces, a pesar de los obstáculos, el crecimiento de la Caravana ha sido asombroso, realizándose no solo en Santo Domingo, sino también en Santiago de los Caballeros. Hoy día participan cerca de 10 mil personas y más de 300 vehículos recorriendo avenidas del centro de ambas ciudades y barrios populares en donde se suman personas de todas las edad y géneros en solidaridad. Así sucedió una vez más este 7 de julio de 2019, durante la Caravana número 12 que realizan de manera ininterrumpida, la cual concluyó como hace siete años, a ritmo de canciones, poesías y teatro que ofrecen artistas LGBTIQ a los participantes en agradecimiento a su respaldo.
“Todos preguntan, ¿ por qué los LGBTIQ hacen caravana y los heterosexuales? Ellos no lo necesitan, pero nosotros sí, para poner en el debate que nuestros derechos no son reconocidos plenamente, y que se puede ser diferente, vivir en amor y amar a quien uno quiera sin dañar a nadie; que se pueden tener identidades sexuales más allá de ser hembra o varón, masculino o femenino”, enfatiza Leonardo.
A su juicio, el respaldo brindado por figuras políticas como Magaly Pineda, Fafa Taveras, Narciso Isa Conde, contribuyeron a forjar opinión pública favorable en momentos cruciales. De igual manera, el arrojo de militantes de la lucha social como Sergio Galván, Denise Paiewonsky, Lorena Espinosa, Henry Mercedes, así como el trabajo tesonero de Deivis Ventura, Francis Taylor, Daniel Benitez, Harol Jimenez, Wikin Lara, Carlos Brito, Cristian King. Además del apoyo de instituciones, como Diversidad Dominicana, Trans Unidas Dominicanas (TRANSSA), CONAVIHSIDA, COIN, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre otras.
Posicionar la Caravana ha sido una ardua lucha, pero ha dado sus frutos. “Nos queda la satisfacción de que las nuevas generaciones pueden decir soy gay en Facebook y expresar sus sentimientos, sin el temor que sentíamos nosotros a ser juzgados. Ya salir del closet no existe”, concluye, Leonardo.
Fuente: https://hoy.com.do/la-caravana-orgullo-lgbtiq-y-su-vinculo-con-el-vih/