Cuando la COVID-19 llegó a Guatemala, el centro de salud comunitario donde Bryanna y sus compañeras trabajadoras sexuales se hacían la prueba del VIH cerró sus puertas. “Para muchas de nosotras fue como si se hubiera acabado el mundo,” afirma esta mujer transgénero de 25 años. “Muchas compañeras pasaron miedo porque teníamos que seguir trabajando y perdimos nuestros grupos de apoyo”.
Para Ben Kei Chin, un presentador de la televisión que no oculta su homosexualidad, fue como si aquel día se hubiese roto un lazo, dejando aislados y vulnerables a muchos miembros de la comunidad LGBT. “Muchas personas dejaron de hacerse las pruebas”, explica Ben, de 37 años. “Las clínicas y los programas se vieron afectados a causa de la COVID-19 y la gente no tenía confianza en ir a otros centros de salud. Era como salir otra vez del closet”.
Con el apoyo del Fondo Mundial, un proyecto piloto que consiste en kits de auto testeo está ayudando a que personas como Bryanna y Ben puedan acceder a la prevención y el diagnóstico del VIH en tiempos de la COVID-19.
La pandemia de la COVID 19 ha provocado un gran impacto en la implementación de diversos programas sanitarios en Guatemala, especialmente en las poblaciones clave. Debido a ello, los sistemas tradicionales de prevención y atención en salud no están funcionando de manera usual, dificultando aún más el acceso de las pruebas de VIH en poblaciones de hombres que tienen sexo con hombres y mujeres Trans. En Guatemala, hombres que tienen sexo con otros hombres y las personas transgénero deben hacer frente a menudo a la estigmatización, la discriminación y la exclusión social, por lo que dependen de centros de salud comunitarios y de grupos de apoyo entre pares.
Los kits de auto testeo, que se promueven a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, se envían por correo e incluyen una prueba de auto testo, preservativos, lubricantes y panfletos informativos que explican cómo mantenerse sano. Este proyecto piloto, implementado por el Colectivo Amigos Contra el Sida (CAS) y Organización Trans, Reinas de la Noche (OTRANS), dos organizaciones comunitarias, se lanzó el pasado mes de mayo en la Ciudad de Guatemala y hay planes para ampliarlo a otras partes del país considerando la favorable acogida que ha recibido. Cesar Galindo Arandi, director del CAS, dice que el kit se ha enviado tanto a las personas que utilizan la profilaxis previa a la exposición (PrEP) así como a quienes se realizan la prueba por primera vez. “Gracias a esta iniciativa, mantuvimos la misma positividad en auto testeo que en clínica, con lo que rompimos el paradigma de la prueba únicamente con proveedor”, afirma Galindo Arandi.
Bryanna, quien se gana la vida como trabajadora sexual, dice que se enteró de la existencia del kit por las redes sociales. “El kit es muy fácil de usar y puedo hacerlo en casa, de modo que ahora puedo hacerme la prueba periódicamente.”
Bryanna ha hecho correr la voz sobre el autodiagnóstico entre otras trabajadoras sexuales transgénero. “Cuando comenzó la crisis muchas de nosotras corrimos un grave riesgo. Les he hablado a mis amigas sobre el autodiagnóstico y muchas se han apuntado para recibir el kit. Ahora nos sentimos más seguras y protegidas. La salud siempre debe ser lo primero”, añade Bryanna.
Bryanna dice que realizó estudios en Administración de Empresas pero nunca consiguió un trabajo en ese ámbito “por la forma en que la gente me mira”. Como sucede con muchas personas transgénero en Guatemala, Bryanna se gana la vida como trabajadora sexual, enfrentándose a la estigmatización, al acoso y a veces a las violentas pandillas callejeras. En Guatemala las mujeres transgénero sufren riesgos sanitarios muy elevados. La prevalencia del VIH en las mujeres transgénero supera el 23% comparado con un porcentaje inferior al 1 % a nivel nacional.
En OTRANS Bryanna y otras mujeres transgénero han encontrado apoyo emocional durante los tiempos de crisis. “La sociedad te mira distinta y hay mucho estigma. Lo mejor que puedes hacer es ignorarlo y seguir con tu vida. Después de todo, la vida se te va en un abrir y cerrar de ojos.”
Ben, que trabaja como periodista y es un militante activo en defensa de los derechos del colectivo LGBT, dice que la COVID-19 ha afectado profundamente la prestación de servicios de salud para la comunidad LGBT. “Los servicios de VIH para las poblaciones clave se vieron afectados, de modo que nuestra conexión se rompió. Muchas personas no pudieron hacerse las pruebas durante meses. Nuestros servicios comunitarios adaptados a las poblaciones clave habían desaparecido y las personas se encontraron solas y perdieron la confianza para acudir a otros servicios porque tenían que hablar abiertamente sobre su orientación sexual. Muchas personas se quedaron atrás”.
Ben dice que supo del kit de autodiagnóstico por un amigo seropositivo que le habló de CAS. “Hay mucho boca a boca en relación al kit. Es una excelente oportunidad para continuar haciendo tus pruebas sin necesidad de acudir a un centro de salud”.
Ben, quien se muestra muy activo en las redes sociales, opina que las redes sociales han desempeñado un papel fundamental brindando apoyo a los grupos vulnerables durante la COVID-19. “Las redes sociales han mantenido activos muchos de los lazos en la comunidad LGBT que desaparecieron con la COVID-19, como los grupos comunitarios y la educación en el ámbito de la salud. Hemos aprendido a organizarnos de un modo diferente”.
La COVID-19 también ha alejado el foco de atención sobre otras enfermedades infecciosas como el sida. Pero Ben sostiene que la lucha contra el VIH no debe perder su impulso. “En Guatemala son muchos los jóvenes que ignoran su estado. Es importante permanecer visibles y combatir la estigmatización. Aún existen muchos prejuicios, pero contamos con muchos aliados. Pasaremos la página del odio”.
Fuente: https://globalfund.exposure.co/en-guatemala-la-prueba-de-auto-testeo-del-vih-aporta-atencion-sanitaria-y-esperanza-durante-la-covid19