Para muchas mujeres, la voz es una extensión de su identidad. Sin embargo, para las mujeres trans, el camino para encontrar una voz que resuene con nuestro verdadero ser es, con frecuencia, un desafío que va más allá de la comunicación, convirtiéndose en un acto de valentía y afirmación. En la República Dominicana, este camino es particularmente complejo, ya que las barreras sistémicas para acceder a servicios de salud especializados hacen que la búsqueda de una voz auténtica sea una travesía de resiliencia.
La disforia vocal en el contexto dominicano
La voz, una de las características más difíciles de alinear con nuestra identidad de género, puede ser una fuente significativa de disforia. En la República Dominicana, el acceso a servicios de salud para personas trans es un desafío constante. De acuerdo con el informe de resultados de la Encuesta Nacional LGBTI 2020, casi 4 de cada 10 personas que respondieron reportaron haber vivido experiencias negativas o discriminatorias al buscar atención médica. Esta realidad se agrava por la falta de un protocolo de atención específico para la población trans. La disforia vocal, aunque no se menciona explícitamente en los informes, forma parte de estas necesidades ignoradas, obligándonos a buscar soluciones por cuenta propia, lo que puede tener un costo psicológico inmenso.
La resiliencia en la búsqueda de la autenticidad
En la República Dominicana, la voz de las mujeres trans cambia principalmente a través del uso de terapia hormonal, ya que el acceso a terapias de voz especializadas no está ampliamente disponible. Aunque existen centros que brindan tratamiento hormonal a bajo costo, este servicio no es cubierto por el sector público de salud. A pesar de estos obstáculos, la búsqueda de una voz que resuene con nuestra identidad es un poderoso acto de empoderamiento personal. Es una muestra de nuestra resiliencia, la misma que nos impulsa a diario a derribar barreras y a forjar un camino hacia la autenticidad.
Un llamado a la inclusión: La urgencia de un protocolo de atención
En TRANSSA, creemos firmemente que la búsqueda de una voz que resuene con nuestra alma es un derecho fundamental. Por ello, nuestra demanda no se limita a profesionales que brinden servicios específicos, sino a la creación de un protocolo de atención en salud para personas trans en la República Dominicana. Este protocolo es una necesidad urgente para garantizar que todas nuestras necesidades de salud sean atendidas con dignidad y empatía, incluyendo la atención hormonal y las futuras terapias que se necesiten.
Celebramos la fortaleza de cada mujer trans dominicana que, día tras día, se atreve a dejar que su voz auténtica se escuche en el mundo.

















