En la República Dominicana la discriminación hacia la población LGBTI, no es suficiente para que estas personas sientan sus vidas y seguridad están en riesgo. Los prejuicios de una sociedad que le castiga por el solo hecho de tener una orientación sexual diferente, afectan de sobremanera la dignidad de las personas, y esto no puede seguir sucediendo.
En los últimos años esta comunidad no sólo ha seguido recibiendo los mayores ataques de discriminación desde los actores claves, sino que ahora el ataque viene bañado de sangre, odio, saña y los actos más crueles de tortura. La sangre al parecer, se ha convertido en el agua que toman los criminales, para saciar la sed que le produce el odio y la fobia hacia estas personas.
A parte de que los victimarios se ensañan contra estos seres humanos, lo más triste y alarmante de esta situación, es que en la República Dominicana todavía no existe un registro oficial de los ataques y crímenes de odio que han sufrido los miembros de la comunidad LGBTI, a razón de esto, los organismos encargados de la seguridad nacional, ni el Ministerio Público cuentan con cifras o estadísticas de estos crímenes que puedan poner en evidencia la necesidad de una ley de identidad de género para que estos hechos no sean invisibilizados. cabe señalar que solo algunas organizaciones de la sociedad civil llevan estadistas de estos crímenes.
En la mayoría de los casos que desde el Observatorio De Derechos Humanos Para Grupos Vulnerabilizados, Trans Siempre Amigas (TRANSSA), Voluntariado GLBT Dominicano, Comunidad de Trans, Travestis y Trabajadoras Sexuales Dominicanas (COTRAVED) hemos podido observar, es que la característica más común en los crímenes de odio es el ensañamiento contra la victima antes de quitarle la vida; torturas que van desde golpes, amarres, quemaduras, cortes, hasta degollar a la persona. También es común el dejar rastros que indiquen suicidio por ahorcadura o envenenamiento.
Hasta el momento, solo en la población Trans han ocurrido unos 45 casos de crímenes cometido hacia personas trans y de estos, solo existen 4 sentencias condenatorias, lo que mueve a preocupación saber porque estos casos no son concluidos en la justicia y peor aun a veces ni iniciado, ¿Será por la poca acción de los familiares o por el mismo estigma de las autoridades?
Es muy común ver que los familiares dejan esos casos así, porque nunca aceptaron la orientación sexual de sus hijos y le da vergüenza salir a defender la sangre derramada. Pero, ¿por qué estas personas no tienen el derecho a dejar de ser discriminado ni después de la muerte?, pues hasta quienes dicen defender sus derechos le violan el derecho del honor y buen nombre, publicando datos que no le aportan nada a la sociedad, mas que promover el morbo y el estigma.
No dejemos que el pánico ante lo diferente se materialice en odio, recuerda que toda persona tiene derecho a actuar como lo juzgue su razón, siempre y cuando respete la libertad y derechos de los demás.
¡La sangre pesa más que el agua o es solo un sofisma¡
Datos de contacto:
Juan Alberto Francisco
Coordinador Jurídico del Observatorio de Derechos Humanos para Grupos Vulnerabilizados (ODHGV).
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República Dominicana
Fuente:
http://www.observatoriodhgv.org/2018/08/01/la-comunidad-lgbt-se-desangra-en-republica-dominicana/